19 noviembre, 2019 caballadmin

4 diferencias que solo encontrarás en las latas del Consejo Regulador

Cuando elegimos bien al comprar se nota. Ya sea en el precio, en las posibilidades, en la calidad o en el sabor, el mero hecho de sentirse satisfecho con un producto que hemos adquirido nos aporta seguridad y confianza para volverlo a hacer.

Las latas de Caballa de Andalucía y Melva de Andalucía lo tienen todo para que así sea gracias a la autenticidad de la materia prima, su elaboración cuidada sin químicos y el profundo amor por la excelencia que sentimos en cada fábrica. Al abrir una lata del Consejo Regulador se hace evidente nuestro compromiso por ofrecer el mejor producto posible.

Con el objetivo de invitarte a conocer los principales aspectos que diferencian nuestro producto de aquellos que no lucen el sello del Consejo te brindamos 4 nuevos motivos para sorprenderte la próxima vez que abras una lata de Caballa de Andalucía o Melva de Andalucía.

 

Los filetes: enteros y colocados con mimo

Al abrir cualquier lata del Consejo Regulador podemos asegurarte muchas cosas, pero la primera pasa por la presentación de los filetes.

Enteros, compactos y ordenados, los filetes de Caballa y Melva de Andalucía se convierten en un lujo desde el primer instante, haciendo del recipiente un verdadero cofre del tesoro. A diferencia de marcas no adheridas al Consejo donde el contenido aparece desmigado, con espinas o piel, nuestras latas son el mejor sinónimo de nuestra filosofía.

 

La cantidad perfecta de aceite

Las cualidades del aceite de oliva y girasol como conservantes son únicas, inimitables y, sobre todo, de nuestra tierra, por lo que aprovecharlas en beneficio del sabor de la Melva de Andalucía y la Caballa de Andalucía conforman un verdadero sello de calidad y denominación de origen. Eso sí: siempre en su justa medida.

Nuestras latas son sometidas a un proceso tradicional, cuya principal característica es la ausencia de productos químicos en el proceso de pelado siendo rellenadas con aceite hasta su rebose, como líquido de gobierno o conservación, tras que los filetes hayan sido introducidos. Es decir, primero la materia prima y por último la cantidad de aceite exacta.

 

Un sabor inigualable

Y ya que hablamos de ausencia de químicos conviene hacerlo de las consecuencias directas que esto tiene en el sabor. La Melva de Andalucía y la Caballa de Andalucía saben tan asombrosamente bien porque son elaboradas con artesanalidad, tradición y la cantidad de sal adecuada, por lo que el resultado bien puede resumirse en:

  • Melva que sabe a melva
  • Caballa que sabe a caballa

Una vez pruebas una lata del Consejo Regulador nada vuelve a ser igual. Y si te cuesta creerlo no tienes más que animarte a probar una de ellas. Ya te adelantamos que la explosión de sabor a mar será tan agradable que no querrás probar otras.

 

Una textura hecha a medida para conquistar tu paladar

Todo aquel que se considere un apasionado de nuestras latas sabrá reconocer a la perfección la textura diferencial que tienen la Caballa, la Melva y la Melva Canutera de Andalucía. Frente a otras latas del mercado donde apenas se percibe diferencia alguna.

Esto, que a priori puede resultar una virtud menor, se vuelve trascendental cuando lo compruebas y te llevas un filete a la boca. Los protagonistas de cada lata del Consejo Regulador presentan el grosor exacto según su variedad, el sabor diferencial y la textura perfecta para hacer de cada lata un horizonte de sensaciones gastronómicas muy recomendables.

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